La noche europea tuvo un resultado que definitivamente pone las cartas sobre la mesa en la escena futbolística internacional: España puso a rodar el Mundial. La victoria por 6-1 ante Argentina -sin Messi- en el estadio del Atlético Madrid, y movió el piso en la última jornada de amistosos, poniéndole, ahora sí clima de Mundial a este 2018. Los goles y la agresividad española arrasaron a una Argentina desbordada, con algunos momentos de regularidad en el primer tiempo, pero desbarrancando en el segundo. La -ahora sí- furia roja se adelantó con gol de Diego Costa a los 12, y a los 27 Isco anotó el primero de sus tres goles en el Wanda. La albiceleste descontó a través de un cabezazo de Otamendi, pero apenas comenzado el segundo tiempo y con la entrada de Iago Aspas, marcó dos goles más por medio de Isco y Thiago, liquidando el partido tempranamente (minuto 57). Argentina sufrió mucho el partido desde allí, y tras un enorme pase desde el arco de De Gea, sufrió el quinto gol por la definición de Aspas, luego de una mejorable salida de Cavallero. Por si fuera poco, un minuto después y tras un error en la salida, Isco iba a recibir de Aspas para definir por bajo: 6-1. Paliza histórica, una España conrundente, rápida, aceitada, precisa. El resultado pone sobre la mesa el potencial de España, la riqueza y el excelente momento de sus jugadores: chapa de candidato para los ibéricos. Por el otro lado, siembra un campo de dudas en los sudamericanos, que venían de una buena victoria ante Italia, y que el golpe anímico les va a durar hasta el Mundial. Pero partidos son partidos, y elfubolesasi.blogspot.com se pregunta: ¿Tiene gracia con España?