La
Eurocopa de 1992 le regaló al fútbol una grata sorpresa, un campeón
inédito y la confirmación de que los torneos cortos son más parejos y
más emotivos. La selección danesa había tenido una interesante
participación en el Mundial de 1986, aunque su clasificación para el 90
había sido frustrada por la incipiente Rumania. Para la Eurocopa
a disputarse en Suecia, los daneses habían quedado segundos en la
clasificatoria tras Yugoslavia, sin chances de participar en la fase
final del torneo. Sin embargo, los conflictos en el país balcánico
derivaron en la suspensión de Yugoslavia para disputar el torneo, por lo
que Dinamarca entró por la puerta de atrás. No estaba mal que jugadores
como Smeichel, Larsen y Laudrup tuvieran esta oportunidad.
El
empate a cero inicial ante los ingleses hacían presagiar una
participación al menos positiva, que se complicó en la segunda jornada
con la derrota 1-0 ante el local, Suecia. Con la clasificación pendiendo
de un hilo, Dinamarca enfrentaba a Francia que dependía de un triunfo
para clasificar a semifinales. En ese partido empezaron a aparecer los
goles (hasta ese momento nulos) de la selección nórdica. Larsen y
Elstrup convirtieron en Malmö para el 2-1 ante los galos y la
clasificación a semifinales.
El campeón vigente, Holanda, esperaba en semis a los daneses que jugaron un enorme
partido. Dinamarca se adelantó en el marcador al inicio del partido con
gol del goleador Larsen y poco después empataba para los naranjas Denis
Bergkamp. A los '33 volvía a anotar Larsen, y sobre la hora Frank
Rijkaard ponía el definitivo 2-2, llevando el partido al alargue y a los
penales en Gotteborg. Los daneses fueron perfectos en sus ejecuciones,
mientras que para Holanda falló Van Basten. Por primera vez en la
historia, Dinamarca disputaría una final, y lo esperaba la gigantesca
Alemania.
En
un partido áspero y cerrado, Dinamarca contuvo a Alemania casi sin
fisuras, aprovechando el gol de ventaja que marcó a los '18 Jensen.
Cuando la sorpresa se transformaba en hazaña poco a poco, apareció
Vilfort para confirmar el campeonato. Era una realidad, en Göteborg, los
locales contemplaban atónitos como sus vecinos se coronaban campeones
cuando nadie lo esperaba. Salud Dinamarca campeona de Europa!