¡¡¡Durazno Campeón!!!


El contexto de la final por ver quién se llevaba el título de mejor selección del interior era familiar: mujeres, hombres, niñas y niños, termo y mate infaltables, porque a las 20hs en el estadio Landoni se presta para calentarse las tripas con la infusión que al gaucho caracteriza, y atrás de la tribuna Olímpica, si tomamos como referencia el estadio Centenario, a orillas del Río Yí, brillaba una pelota blanca, era la luna.
Días atrás se había jugado la primera final en Minas: Lavalleja 0 - 1 Durazno.


Primer tiempo de mucha lucha y mucho fútbol. Parece contradictorio unir esos términos pero apenas salieron los equipos al campo se empezaba a sentir que muchas cosas iban a ser incoherentes. La intensidad fue impresionante.
A los 3’ avisaba Durazno en una pelota que viene de izquierda, cruza toda el área grande por abajo y un derechazo del volante externo duraznense reventó el travesaño y picó cerca de la línea de meta no atravesando el límite.
A los pocos minutos Lavalleja llegó y generó un córner que vino lanzado con fuerza al segundo palo y con un cabezazo limpio y a contrapierna de todos, hizo que el golero no tuviera posibilidad ni siquiera de atinar una salvada.
La fanaticada azul, que eran unas 1500 personas con banderas tricolores, hervía de jolgorio y explotaba de alegría.



Si este resultado parcial se mantenía hasta el final del partido, se jugaría un alargue de 30 minutos. No importan los goles de visitante ni la diferencia que pudieran tener a favor y en contra.
En una falta que ocurre a 33 metros del área, Durazno apaga la emoción del rival y enloquece el ambiente en las tribunas locales. Se pararon tres jugadores atrás de la pelota, a 9.15mt de una barrera de tres, pasaron dos y el tercero que se había parado recto al balón, la agarró tres dedos y con un derechazo “a lo Roberto Carlos” hizo que el esférico pegue en el parante y recorra toda la red. Golún.
En el interior se agarra un globo para alentar al equipo cuando va a arrancar el partido y no se larga hasta que se vuelven pa las casa.
El empate puso las cosas como al principio, Lavalleja lo tenía que ganar.
Fue expulsado el DT de Lavalleja, de manera injusta, cuando el partido se había picado. Se fue haciendo gestos, la gente le gritó y le cantó, cuando se quería ir a la tribuna lo mandaron al túnel para los vestuarios. Todo con absoluta tranquilidad.


No voy a poder describir en pocas palabras lo que vi a nivel futbolístico. Por eso lo voy a comparar con algo conocido: La fuerza física, la velocidad, la técnica y la maña que se vio, está por encima de lo que se ve en las canchas del fútbol profesional.
Se fueron al vestuario y nadie habló con los jueces. Los gurises que tenía sentado adelante mío, en el terraplén, ahora los veía correr dentro de la cancha, al lado de los jugadores que intentaban irse. Se regalaron varios premios durante el entretiempo a los números ganadores que se habían vendido para el sorteo.
El segundo tiempo arrancó a los 5 minutos porque Durazno se encargó de que así fuera.
Durmió el partido. Hubo una jugada en que el zaguero la sacó del estadio.
Y al minuto, apenas arrancado el complemento, a los 6 minutos, un tiro libre ejecutado desde 27 metros hizo volar a Bien Matías (creo que así se llamaba porque le gritaban eso todo el partido), el golkeaper de “LaRoja”, que saltó hacia su izquierda y con un vuelo espectacular la mandó al córner. 
A los 12 hubo otra atajada ídem a la anterior pero esta vez el de Lavalleja eligió sorprender al palo de Bien Matías que ahogó el grito de gol nuevamente con otra volada. A los 20 y a los 24 aproximadamente, de nuevo Bien Matías salvaba de manera impresionante el arco locatario.
Por la intensidad y los nervios que siempre tienen estas instancias de definición, pensé que el primer sustituto entraría antes. Pero entró a los 60 masomeno. Fue el 10 de Durazno, que la primera que le quedó pasando el medio de la cancha, encaró de forma atrevida, se sacó a varios hasta que entró al área y en un enredo de piernas pitaron penal!


La presión que sienten los gurises que los mandan al costado para que alcancen las pelotas es impresionante. Porque cuando el 9 de Durazno pateó a colocar y puso el 2 a 1, el festejo llegó acompañado de gritos a estos gurises para que desaparezcan las pelotas. Y claro, no sabían que hacer. Al pibe lo conocen todos, porque viste que allá se conocen todos. Entonces el botija queda mal si la esconde, y se mete en un lío si hace bien su trabajo.
De todas maneras, este trabajo fue menor para los gurises porque recuerden que una pelota ya no estaba en el estadio, probablemente habría caído en el río cuando iban 1-1 y nadie movió un pelo para devolverla.
Con oficio Durazno llevó el partido hasta casi terminar, pero el fútbol tiene esas cosas. Justo a los 90 empezó a pasar de todo: penal para Lavalleja, expulsados de uno y otro equipo. Con el 2-2 y algo por jugar, el clima era raro.
El árbitro levantó su brazo, hizo sonar fuerte su silbato, y decenas de personas, fundamentalmente chiquilines, invadieron la cancha para festejar el empate que le daba la copa como mejor del interior.
Los jugadores no se movieron y el árbitro daba explicaciones de que había marcado offside, que no había terminado, ¡había una última pelota! El centro vino llovido, el rechazo hizo que quedara boyando cerca del punto penal, patearon, rebotó, salió del área y terminó. Increíble final y Durazno campeón!!!


By FS