La Copa de Oro de la CONCACAF toma cada vez más visibilidad en el
mundo, especialmente desde esta épica final disputada en el Rose Bowl
Stadium de la ciudad de Pasadena. Los mexicanos han dominado
históricamente, pero en la época reciente Estados Unidos ha emparejado
el historial. En 2011 los americanos querían redimirse de lo ocurrido en la anterior Copa de Oro, pero el resultado para los dirigidos por Bob Bradley iba a ser aún más duro.
A
los pocos minutos de comenzar el partido, Michael Bradley -el hijo del
DT- anotaba la apertura con un frentazo a la salida de un córner para el
delirio de los miles de americanos que se ilusionaban con la vicroria.
Por si fuera poco a los 23, la figura histórica estadounidense, Mr.
Landon Donovan iba a convertir el 2-0 con una buena definición de pierna
izquierda tras la habilitación de Dempsey. Pero la reacción mexicana no
se haría esperar, un gran pase de Chicharito Hernández iba a ser
definido por Barrera a los 28 minutos, y algunos minutos más tarde iba a
aparecer Guardado en una jugada que él mismo había iniciado.
A
los 4 minutos de la segunda parte, Barrera iba a recibir dentro del
área para meter un tres dedos precioso y volver a vulnerar a Howard. Los
yankees se querían morir. Para peor a los 75 minutos, un incontenible
Javier Hernández iba a ganar una pelota en la esquina del campo y la
jugada derivaba en Giovanni Dos Santos que enganchó una y mil veces
dentro del área antes de picarla precioso al ángulo, haciendo estéril el
esfuerzo del pobre zaguerito norteamericano que salió en todas las
fotos. México bicampeón de la mano de José Manuel de la Torre, con dos
palizas históricas en las finales contra los Estados Unidos.