Los aurinegros pincharon antes del clásico en un traicionero partido en Paraguay. Libertad tuvo peso específico en los últimos 15 minutos y con eso lo ganó, y técnicamente está clasificado a octavos. El equipo de Leo Ramos hizo un buen partido, pero lo perdió increíblemente en una jugada fatal en los minutos finales. El trámite fue siempre parejo, pero Peñarol simulaba más peligro y tuvo buenos valores como sus volantes externos (Estoyanoff y Canobbio), y concretó un gol al minuto de la segunda parte con una gran corrida de Gabriel Fernández, que definió con clase ante Rodrigo Muñoz. Los uruguayos manejaron el partido y llegaron varias veces más con peligro, pero las pocas chances claras que crearon fueron desperdiciadas, mientras que Libertad estaba al acecho. El equipo gumarelo llegó al empate a través Salcedo, que ganó de cabeza en el área y el rebote de la tapada de Dawson lo volvió a tomar el delantero que infló las redes. El partido se iba en empate, pero el rápido Bareiro se le fue a Rojo que lo derribó cerca del área, provocando su propia expulsión por doble amarilla y un tiro libre muy peligroso. A pesar de lo escorado de la falta, Tacuara Cardozo tiró al arco con inusitada violencia y la respuesta del arquero de Peñarol fue floja: Libertad lo ganaba en la hora 2-1. No hubo tiempo para más, Roldán pitó el final y Peñarol se quedó con la amargura de una dura e injusta derrota unos días antes del clásico.
19/04/18
19/04/18