La victoria de Francia ante Brasil, y la de Alemania ante Argentina dejó al Mundial de Alemania 2006 sin sudamericanos, relegando la competición a una definición entre europeos. La semifinal entre Alemnia e Italia era, verdaderamente, una final anticipada. Los italianos habían tenido un camino con baches en primera fase, y especialmente en octavos de final donde ganaron con un penal eternamente discutible. Alemania llegaba en un campeonato de bueno a muy bueno, pero de un partido ante Argentina que despertó dudas a pesar de la clasificació por penales. Los de Klinsmann alinearon a jugadores como Lehmann, Lahm, Ballack, Podolski, Mertesacker y Klose. Por el lado italiano: Buffon, Cannavaro, Materazzi, Gattuso, Pirlo, Camoranesi, Totti, Zambrotta, Toni. Sumale a eso la rivalidad histórica. Fea semifinal.
El primer tiempo terminó 0-0, pero de casualidad. Ambos equipo imprimieron gran dinámica y precisión al partido, y por cuestiones de grandes aciertos defensivos, no se marcaron goles. Italia no se defendió y fue a buscar el partido, hecho que provocó algunos ataques peligrosos de Alemania, comandada por la tremenda potencia física y precisión en velocidad de sus jugadores. Los azurris se mostraban muy competitivos y enchufados, pero la potencia de los teutones emparejaba el partido, Buffon y Lehmann se hicieron protagonistas. El fútbol de Pirlo y algunas apariciones de Totti mostraban la tendencia, pero algunos ataques alemanes con malas definiciones equilibraban el trámite. El partido en Dortmund se fue al alargue.
Italia apareció en todo su espendor, con toda su estirpe y su fútbol en el tiempo extra. En los primeros minutos, uno de los jugaores ingresados en el segundo tiempo, Gilardino, ganó una pelota en el área y remató al palo a contra pierna de Lehmann, advirtiendo lo que ocurriría. Zambrotta rompió el travesaño, Pirlo remató por arriba y la selecció italiana ya era claramente superior. En el comienzo de la segunda parte del tiempo extra, Podolski tuvo el gol pero apareció Gigi Buffón con espectacular parada, y el que no perdonó fue Fabio Grosso. En el msimísimo minuto 119, ante una silbatina unánime de toda el estadios, se ejecutó el córner del que tomaría el rechazo Pirlo que, como si fuera una práctica le daba un pase gol a Grosso que marcaba rl agónico tanto. El embate final de Alemania, sería contestado en la pultima recarga del partido con el gol de Del Piero, el ídolo de Juventus, definiendo con clase para cerrar el partido. Un Cannavaro imperial y un Buffon inolvidable, y muchos puntos altos en Italia que unos días después se consagraría campeona.