La Copa Mundial de 1982, disputada en España, ofreció una importante cantidad de partidos atractivos entre equipos clásicos. Varios de ellos tuvieron muchas emociones y goles, pero sin duda el partido semifinal enre Alemania y Francia, disputado un 8 de julio en el estadio Sánchez Pizjuán sevillano, fue el más impactante. Alemania era dirigido por Jupp Derwall, y llegaba a semifinal tras haber empatado con Inglaterra en cero y vencido a España por 2-1, ambos partidos en el Santiago Bernabéu. Los goles alemanes habían sido convertidos por Littbarski y Fischer. Por su parte Francia, había jugado la segunda fase en el Vicente Calderón con victorias contra Austra e Irlanda del Norte, y contaba con una selección fuerte, con la sobresaliente figura de Platini.
Un tremendo tiro libre de Littbasrki se reventaba en el travesaño a los pocos minutos de juego, pero a los 17 el mismo jugador tomaría un rebote para rematar violentamente contra el arco, venciendo la resistencia de Ettori. Promediando la primera mitad, un penal de Kaltz sobre Rochetau iba a ser tranformado en gol por Platini para el empate. El momento oscuro del partido, y quizás del campeonato, fue la desgarradora patada en la cara del golero Schumacher a Battiston que, increíblemente no fue sancionada como penal. El francés terminó en el hospital. El juego no brilló en la segunda parte por el desgaste y la fricción, y el juego se fue al alrgue.
El fútbol galo comenzó a predominar en esos primeros minutos del alargue, y llegaron los goles. Tresor a los 2 minutos, y Giresse a los 8, el primero con espectacular bolea y el segundo luego de hilvanar buenos toques en las cercanías del área, ponían un 3-1 que se hacía lejano para los alemanes. Pero con el resto, como un león, se sacudió y con anotaciones de Rumenigge y Fischer, volvieron a empatar el partido en pocos minutos. Otro partido del siglo para este duelo europeo, que se iba a los penales de infarto. La serie fue traicionera para los de Hidalgo, que estuvieron un gol arriba en la serie de penales tras el fallo de Stielike, pero que las atajadas de Schumacher lo desauciaron en una de las más dolorosas derrotas históricas de los franceses.
