Esta prestigiosa miniserie llamada Penales Mundiales se
congratula de presentar su segunda edición. En esta oportunidad abrimos
el capítulo con uno de los penales más recordados e importantes en la
historia. El peludo Roberto Baggio era una de las figuras del Mundial, y
estaba en el momento más alto de su carrera. La definición de la Copa
Mundial se definía por primera vez en la historia desde los 11 pasos, y
el tano probaba su carácter en un penal que cambió la historia.
En el año 1974 se convirtió el primer penal en una final en la
historia de los mundiales, sancionado por el árbitro inglés Taylor, al minuto de
juego, luego de que Cruyff tras gran jugada fuera derribado en el área.
Holanda era la revelación-revolución del Mundial y se ponía en ventaja
en la final ante Alemania Federal,
siendo que en los seis juegos anteriores había recibido solo un gol y
cuando ya tenía el partido liquidado. Nesekens le rompió el arco a
Maier.
Pero el final no iba a ser feliz para la naranja mecánica.
A los 25 minutos de juego tras una gran corrida de Hölzenbein, un nuevo
penal era sancionado por Taylor, esta vez, en favor de los locales. La
ejecución a cargo de Breitner iba a ser perfecta, incontenible para
Jongbloed, y Alemania se llevaría el triunfo a la postre, por el gol de
Müller. Sería la única vez hasta nuestros días que ambos equipos tengan
un penal disponible en una final Mundal.