La selección uruguaya disputó su partido de despedida de la afición en la noche del jueves en el Estadio Centenario. Una clara victoria por 3-0 ante el combinado uzbeko, le dio a la gente una alegría en la fría noche montevideana. Luciendo la nueva camiseta que utilizará en Rusia, el equipo de Tabárez formó con Muslera, Pereira, Godín, Giménez, Cáceres, Nández, Vecino, Bentancur, De Arrascaeta, Suárez y Cavani. El equipo asiático dominó durante la primera mitad de la parte inicial, en la que Uruguay se cuidó y tanteó a su rival, que demostró estar un par de niveles por debajo de la celeste. Sobre la media hora de juego, Luis Suárez tomó el balón en la mitad del campo y habilitó a Cavani que se quitó de encima al golero Suyunov y tiró centro al medio que controló Suárez, que le dejó sutilmente el baló a Giorgian de Arrascaeta que, desde el punto penal conectó de aire una bolea que se metió en el ángulo. Fue lo único salvable del primer tiempo.
En la segunda parte Uruguay tuvo más el balón y controló las acciones desde el primer minuto, llegando al arco rival con peligro cada vez que se lo propuso. Cristian Rodríguez ingresó en lugar de Nández dándole más caudal ofensivo a los charrúas. Los uzbekos no lograron inquietar y les costó mucho el partido, e incluso pegaron alguna patada fea, en especial una a Luis Suárez que le rayó el tobillo. A los 9 minutos una mano en el área fue sancionada con penal por el brasileño Claus, y el pistolero se encargó de la ejecución, rematando bajo y rasante descolocando al golero asiático. Varios cambios realizó Uruguay en el siguiente lapso del partido: Torreira por Vecino, Laxalt por Cáceres, Sánchez por De Arrascaeta. El tercer tanto lo convirtió José María Giménez a los 73 minuntos de juego, y para lo último quedó la entrada de Maxi Gómez en lugar de Cavani, y de Stuani en lugar de Suárez. Ambos aplaudidos a rabiar por la afición uruguaya, que ya vive el Mundial de Rusia en el frío invierno austral.
08/06